El interés por Jesús de Nazaret no nace ni se agota con las preguntas que hacen los científicos. El interés por Jesús surge a causa de alguna enfermedad, a causa de una amenaza de catástrofe, a causa de inquietudes intelectuales, a causa de de un deseo de superación, a causa de un deseo de poder. Pero también por otros motivos: al constatar que su doctrina es bella, al ver las obras que realiza; al ver la belleza del mismo Jesús. Muchos se preguntan por el sentido de la vida, del sufrimiento, por la paz y el progreso, por el hambre y el respeto por los derechos humanos. A todas estas preguntas responde Jesús, pero con respuestas profundas. Y pide el cambio del corazón, para que después se dé el cambio de estructuras.
Estudiar a Jesús compromete, pues, en la evangelización, es decir, a llevar la experiencia de Cristo a otros. ¡Cuántos hay que no conocen o conocen mal a Jesucristo! Y pensar que Jesús es el más hermoso de los hijos de los hombres, por ser precisamente y misteriosamente el Hijo de Dios.
Y cuando todos conozcamos a Jesucristo, el Hijo de Dios Viviente, podremos disfrutar de la civilización del amor y transformar nuestro mundo desde dentro y desde sus cimientos. Habrá lo que tanto anhelamos: paz, libertad, igualdad social, progreso, amor y solidaridad, respeto a la vida, justicia. Todos tendremos pan, techo y vestido. Todos podremos mirarnos a los ojos y tratarnos como hermanos en la misma mesa.
22-Sep-2021
Un curso básico para conocer aspectos de la persona de Jesús que nos hace profundizar más en ese encuentro personal con Jesús.